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El rodaje de su flauta de pico nueva

Las flautas de madera nuevas recogen humedad con facilidad, especialmente en la zona del canal, el bisel y el labio. Si la cantidad de humedad es muy alta, la madera se deforma, especialmente en la zona del canal. Por esta razón, un instrumento nuevo no debe ser expuesto a un exceso de humedad. La solución es tocar durante períodos de tiempo muy cortos durante las semanas siguientes a la adquisición del instrumento.

El tiempo recomendado aquí es orientativo. Cuando el instrumento es nuevo, si se observa cualquier alteración en la calidad de sonido, se debe dejar de tocar incluso si el tiempo indicado aún no ha transcurrido por completo. Entonces, el instrumento se debe dejar secar completamente. Se le pasa el trapo con mucho cuidado y, a continuación, se deja acabar de secar la flauta al aire. En ningún caso se debe intentar acelerar el tiempo de secado, acercando la flauta a una fuente de calor, como por ejemplo un secador de pelo. Esto produciría con mucha probabilidad una grieta en la madera. Del mismo modo, la luz directa del sol o una corriente continua de aire frío, podrían provocar también la aparición de una grieta.

No se debe volver a tocar el instrumento hasta que se haya secado por completo. Por esta razón, recomendamos tocar el instrumento durante muy cortas sesiones de tiempo, varias veces al día.

La flauta de pico no sólo se tiene que acostumbrar progresivamente a la humedad y al calor, sino también a las diferentes presiones del aire que se producen al tocar. Por esta razón se debe empezar tocando notas largas y fragmentos lentos en el registro grave y, poco a poco, ir aumentando el ámbito hacía el registro agudo del instrumento.

Todo esto parece más complicado de lo que es. El que escucha con atención a su flauta de pico, pronto aprende a entender sus señales. También se dará cuenta de que la flauta, con el paso del tiempo, se adapta a su propia forma de tocar. Así se desarrolla poco a poco una relación viva que puede durar toda la vida.

Los niños también pueden rodar ellos mismos su flauta nueva. El profesor, entonces, jugará a menudo un importante papel en el seguimiento del rodaje. El hecho de haberse responsabilizado de su instrumento desde los primeros momentos, permite que se cree un vínculo especialmente fuerte con el instrumento. En todo caso, un niño que desde el principio cuida de su instrumento aprenderá mucho, no sólo sobre el instrumento, sino también sobre sí mismo.

Bajo vigilancia del profesor, incluso un niño con excesiva producción de saliva puede acostumbrar poco a poco su flauta a su modo de tocar. Si el instrumento se moja demasiado rápido, el profesor puede dejar a su alumno un instrumento de reserva para asegurar el tiempo de clase y de estudio. Las flautas con cabeza de plástico serían ideales en estas condiciones.

Si un instrumento se emboza con mucha facilidad o se nota una alteración en su sonido, se debería enviar al taller. Con el paso del tiempo, las medidas en la zona del canal se pueden alterar; un constructor de flautas puede corregir este fallo con facilidad. Con frecuencia experimentamos que los flautistas siguen tocando durante demasiado tiempo con instrumentos que ya no están en perfecto estado. Hoy en día no hay necesidad de llegar a tales extremos.

Los instrumentos de plástico o con cabeza de plástico no necesitan rodaje. En cambio, los instrumentos de madera se tienen que acostumbrar poco a poco al contacto con el calor y la humedad.

Durante las 6 primeras semanas no se debe tocar por encima de un tiempo limitado:

  • 1ª semana, alrededor de 5 minutos al día
  • 2ª semana, alrededor de 10 minutos al día
  • 3ª semana, alrededor de 15 minutos al día
  • 4ª semana, alrededor de 30 minutos al día

Se tendría que tocar la flauta todos los días, pero sin sobrecargar el instrumento al principio con notas muy agudas. Recomendamos empezar por el registro grave y poco a poco ir aumentando el ámbito. Tocando notas largas y pasajes lentos, se puede descubrir las posibilidades sonoras del instrumento de forma óptima.