Para el principiante, la digitación alemana es más cómoda y permite rápidamente poder tocar canciones infantiles en tonalidades simples. Pero si uno planea tocar en el futuro sonatas y conciertos, es recomendable empezar con la digitación barroca. Parece más incómoda en un principio ya que la escala de do M (flautas en do) se toca con una digitación en horquilla. A cambio, permite tocar todos los semitonos en una tesitura de más de 2 octavas sin ningún problema de afinación.