Desde 1930, Hermann Moeck Senior vendía por correo flautas de pico fabricadas en la región de Sajonia pero que él revisaba personalmente para perfeccionar la armonización y la afinación. Paralelamente, vendía violas de gamba, clavicordios y espinetas que se fabricaban parcialmente en su propio taller.
En los años 1950, acepta colaborar con Helmut Mönkemeyer, que le propone trabajar en la fabricación de la Krefelder Quintfidel(pensado para la enseñanza de los instrumentos de cuerda en las escuelas de música), la oktav guitarra(para la enseñanza de la guitarra a principiantes) y la venta de la Quart-Terz- Fidel, con forma de caja. A finales de los años 1960, participa, bajo la tutela de Heinrich Haferland, en la fabricación de magníficas violas de gamba, copias de instrumentos de Joachim Tielke (1641-1719).
A lo largo de los años 60, se desrrolla el interés por la interpretación historicista y, en consecuencia, la investigación en la reproducción de instrumentos "auténticos". Moeck lanza un interesante programa de reconstrucción de instrumentos de viento madera del Barroco y del Renacimiento (principios de 1964 con Otto Steinkopf). El programa se sustenta en una investigación científica que sigue hasta 2008 y se aplica a la reconstrucción de cromornos, cornamusas, kortholts, chirimías, bombardas, bajones, rackets, cornetos, traversos renacentistas y barrocos, oboes, fagotes y clarinetes tempranos. A lo largo de los años 60, se desrrolla el interés en la interpretación historicista y, en consecuencia, la investigación en la reproducción de instrumentos "auténticos".
Gracias a la organización y financiación de numerosos eventos educativos, la casa Moeck jugó, en los años 60, un importante papel en la difusión y la profesionalización de la práctica de los instrumentos de viento madera históricos.
Pero, desde siempre, el foco principal en la construcción de instrumentos es la flauta de pico.
Desde 1948, se reduce la venta por correspondencia de instrumentos construidos por artesanos externos a la empresa y se desarrolla progresivamente la fabricación propia de la flauta de pico. El taller se amplía y la marca Moeck, poco a poco, se impone como líder en la construcción de flautas de pico (de madera).
En los años 60, empieza la práctica de copiar instrumentos destacados de museos de instrumentos musicales. El modelo Rottenburgh, desarrollado en colaboración con el constructor de flautas Friedrich von Huene, marca el principio de la evolución de la flauta de pico desde el instrumento sencillo hacia un instrumento refinado capaz de responder a altas exigencias musicales. La colección, poco a poco, se amplía con copias de flautas de Jan Steenbergen (1675-1728, Amsterdam), Jacob Denner (1681-1735, Nuremberg), Thomas Stanesby Senior (1668-1734, Londres) y Jean Hotteterre (Paris, después de 1640) así como copias de consorts renacentistas según modelos encontrados en el Kunsthistorisches Museum (Museo de Historia del Arte) de Viena. Entre 2003 y 2005 se desarrolla la flauta Ehlert.
Las flautas de pico Moeck se construyen hoy con la ayuda de una máquinaria de alta tecnología controlada por ordenador. No obstante, la aportación manual sigue siendo esencial. A lo largo de los años, Moeck ha conseguido casar con éxito la habilidad y la intuición de sus operarios con la precisión de las máquinas y conseguir así la fabricación de instrumentos extremadamente fiables y del más alto nivel de calidad.
